viernes, 17 de febrero de 2012

En negocio de los esclavos







ESCLAVOS en el Rio de la Plata

Nos resulta casi imposible imaginarnos como podría funcionar en la actualidad un sistema de esclavitud. Es inconcebible en estos tiempos, pero a la luz de la historia desde los inicios del hombre era casi normal que se sometieran pueblos enteros. No solo quienes perdían las batallas o guerras incuestionablemente perdían sus libertades, se podía nacer y engendrarse ya en la condición de esclavo pero cabía posibilidad de perder esa calidad.
Los portugueses fueron quienes más explotaron ese comercio de humanos, y a pesar de no concitar mucha simpatía entre los españoles, bien que se aprovecharon de estas circunstancias. El río de la plata fue un destino de muchísimos barcos repletos de esclavos procedentes de Brasil o del África. Reputados empresarios y comerciantes no sentían pudor alguno de contar con gran cantidad de sirvientes en esas condiciones. Incluso se llega a la paradoja de referirse a don Antonio Maciel, como “Padre de los Pobres”, por su dedicación al Hospital y obras de caridad, sin embargo se trataba de uno de los mayores traficantes de la Región. Casi con licencia absoluta para traer y comercializar negros. Un grupo de vecinos destacado de Montevideo se dedicaba a la especulación en la trata de esclavos, entre ellos: Juan Lezica, Francisco Juanico, Felix Sains de la Maza, Francisco Antonio Maciel. La cedula real del 24 de enero de 1793 ampliaba las concesiones acordadas en la cedula real de 1791: cualquier ”español pueda hacer estas expediciones de cualquiera de los puertos de España o América ,al África ,y que todo lo que embarque para este tráfico sea libre de derechos ..” Al amparo de la orden de 1793 muchos vasallos americanos solicitaron acogerse a los beneficios, entre ellos Francisco Antonio Maciel. Apenas publicada hace tramite de exoneración de impuestos elevado a la Administración de Aduana explicando la necesidad de canjear esclavos por mercancías que hayan en abundancia en estas latitudes.
En el Maldonado del siglo XVIII y XIX se vendían como objetos en plena plaza pública, y llegaban a pujar por los más jóvenes ofreciéndose sumas de dinero importantes, con tal de contarlos entre los sirvientes. No causaba ningún rubor, ni se consideraba denigrante, simplemente era la realidad de la época, y así funcionaba el sistema.
Con el tiempo , la llegada de la revolución y el nacimiento como Nación, el Uruguay abolió ese régimen, y lo hizo de manera pacífica, basta recordar lo que significó esa medida en los Estados Unidos de Norteamérica que se encaminó a una guerra civil.
Recordamos estos hechos para que nos hagamos la idea como era la sociedad en el Maldonado que fue invadido por los ingleses, teniendo en cuenta que los británicos no estaban a favor de la esclavitud, pero no se atrevieron a tomar ningún tipo de determinación por temor a una reacción de la población hispana.

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